Capítulo 3
1 Después de esto, yo derramaré mi espíritu sobre todos los hombres: sus hijos y sus hijas profetizarán, sus ancianos tendrán sueños proféticos y sus jóvenes verán visiones.
2 También sobre los esclavos y las esclavas derramaré mi espíritu en aquellos días.
3 Haré prodigios en el cielo y en la tierra: sangre, fuego y columnas de humo.
4 El sol se convertirán en tinieblas y la luna en sangre, antes que llegue el Día del Señor, día grande y terrible.
5 Entonces, todo el que invoque el nombre del Señor se salvará, porque sobre el monte Sión y en Jerusalén se encontrará refugio, como lo ha dicho el Señor, y entre los sobrevivientes estarán los que llame el Señor.