Capítulo 11
El reinado del nuevo David
1 Saldrá una rama del tronco de Jesé y un retoño brotará de sus raíces.
2 Sobre él reposará el espíritu del Señor: espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de fortaleza, espíritu de ciencia y de temor del Señor
3 –y lo inspirará el temor del Señor–. El no juzgará según las apariencias ni decidirá por lo que oiga decir:
4 juzgará con justicia a los débiles y decidirá con rectitud para los pobres de país; herirá al violento con la vara de su boca y con el soplo de sus labios hará morir al malvado.
5 La justicia ceñirá su cintura y la fidelidad ceñirá sus caderas.
La paz mesiánica
6 El lobo habitará con el cordero y el leopardo se recostará junto al cabrito; el ternero y el cachorro de león pacerán juntos, y un niño pequeño los conducirá,
7 la vaca y la osa vivirán en compañía, sus crías se recostarán juntas, y el león comerá paja lo mismo que el buey.
8 El niño de pecho jugará sobre el agujero de la cobra, y en la cueva de la víbora, meterá la mano el niño apenas destetado.
9 No se hará daño ni estragos en toda mi Montaña santa, porque el conocimiento del Señor llenará la tierra como las aguas cubren el mar.
El retorno de los desterrados
10 Aquel día, la raíz de Jesé se erigirá como emblema para los pueblos: las naciones la buscarán y la gloria será su morada.
11 Aquel día, el Señor alzará otra vez su mano para rescatar al resto de su pueblo, a los que hayan quedado de Asiria y de Egipto. de Patrós de Cus, de Elam, de Senaar, de Jamat y de las costas del mar.
12 El levantará un emblema para las naciones, reunirá a los deportados de Israel y congregará a los dispersos de Judá, desde los cuatro puntos cardinales.
13 Cesarán los celos de Efraím y serán exterminados los opresores de Judá; Efraím no tendrá más celos de Judá y Judá no hostigará más a Efraím.
14 Ellos se lanzarán a Occidente, hacia la cuesta de los filisteos. y juntos despojarán a los hijos de Oriente; extenderán su mano sobre Edom y Moab y los amonitas estarán bajo su dominio.
15 El Señor secará el golfo del mar de Egipto y agitará su mano contra el Río: con su soplo abrasador, lo dividirá en siete brazos, y hará que se lo pueda pasar en sandalias,
16 Habrá un camino para el resto de su pueblo. para lo que haya quedado de Asiria, como lo hubo para Israel cuando subió del país de Egipto.