1891 – 1974
NOVENA
Por la señal…
Acto de contrición.
Rezar a continuación la oración del día que corresponda:
DÍA PRIMERO
La Madre Maravillas comprendió el amor inmenso que nos ha tenido el Corazón de Jesús al quedarse con nosotros en el Santísimo Sacramento:
«El Señor se ha quedado aquí en el sagrario para que le amemos, le imitemos, para ser nuestra fortaleza y nuestro consuelo. Para que viva Cristo en mí y yo en Él».
Corazón de Jesús, Rey y centro de todos os corazones, ten piedad de nosotros y concédenos, por intercesión de Santa Maravillas de Jesús, la gracia que humildemente te pedimos, si es tu voluntad y para tu gloria.
DÍA SEGUNDO
La Madre Maravillas aprendió en el corazón de Jesús a amar a la Santísima virgen María:
«¡Qué dicha es tener a María por Madre! No pierda tan dulce compañía, que con Ella está siempre Jesús. Ella lo comprende todo, atiende a todo, lo suaviza todo».
Corazón de Jesús, formado por el espíritu Santo en el seno de la Santísima Virgen María, ten piedad de nosotros y concédenos, por intercesión de Santa Maravillas de Jesús, la gracia que humildemente te pedimos, si es tu voluntad y para tu gloria.
DÍA TERCERO
La Madre Maravillas aprendió en el Corazón de Jesús a confiar enteramente en su misericordia:
«Bendito sea el Señor, que no tiene en cuenta nuestras miserias para obrar conforme a su infinita misericordia».
Corazón de Jesús, paciente y misericordiosísimo, ten piedad de nosotros y concédenos, por intercesión de Santa Maravillas de Jesús, la gracia que humildemente te pedimos, si es tu voluntad y para tu gloria.
DÍA CUARTO
La Madre Maravillas halló en el Corazón de Jesús el consuelo a todos sus sufrimientos:
«Realmente, las penas sin la fe deben de ser imposibles de sufrir, pero con ella todo cambia, por doloroso que sea, viendo que Quien lo permite es Quién nos ama infinitamente».
Corazón de Jesús, fuente de todo consuelo, ten piedad de nosotros y concédenos, por intercesión de Santa Maravillas de Jesús, la gracia que humildemente te pedimos, si es tu voluntad y para tu gloria.
DÍA QUINTO
La Madre Maravillas halló en el Corazón de Jesús el consuelo a todos sus sufrimientos:
«Realmente, las penas sin la fe deben de ser imposibles de sufrir, pero con ella todo cambia, por doloroso que sea, viendo que Quien lo permite es Quién nos ama infinitamente».
Corazón de Jesús, fuente de todo consuelo, ten piedad de nosotros y concédenos, por intercesión de Santa Maravillas de Jesús, la gracia que humildemente te pedimos, si es tu voluntad y para tu gloria.
DÍA SEXTO
La Madre Maravillas aprendió en el Corazón de Jesús la perfecta obediencia a la voluntad del Padre:
«El Señor me pedía que me abandonase del todo, que lo aceptase todo… , sin querer entender, saber ni ver, apoyada confiadamente en la obediencia».
Corazón de Jesús, hecho obediente hasta la muerte, ten piedad de nosotros y concédenos, por intercesión de Santa Maravillas de Jesús, la gracia que humildemente te pedimos, si es tu voluntad y para tu gloria.
DÍA SÉPTIMO
La Madre Maravillas aprendió en el Corazón de Jesús la perseverancia en la oración:
«El Señor es el único que puede tocar los corazones, y la oración nunca deja de ser escuchada».
Corazón de Jesús, rico para con todos los que te invocan, ten piedad de nosotros y concédenos, por intercesión de Santa Maravillas de Jesús, la gracia que humildemente te pedimos, si es tu voluntad y para tu gloria.
DÍA OCTAVO
La Madre Maravillas aprendió en el Corazón de Jesús la verdadera alegría cristiana:
«¡Qué felices somos, queriendo de verdad lo que Él quiere, y no ocupándonos más que de amarle y de decirle a todo que sí!»
Corazón de Jesús, delicia de todos los santos, ten piedad de nosotros y concédenos, por intercesión de Santa Maravillas de Jesús, la gracia que humildemente te pedimos, si es tu voluntad y para tu gloria.
DÍA NOVENO
La Madre Maravillas aprendió en el Corazón de Jesús a amar intensamente la cruz:
«¡Bendita cruz! En el Cielo veremos la providencia amorosísima con que nos la manda el Señor, aunque aquí no lo entendamos. Pongamos el hombro para ayudar al Señor a llevar la cruz, ahora que tantos suyos le dejan».
Corazón de Jesús, esperanza de los que mueren en ti, ten piedad de nosotros y concédenos, por intercesión de Santa Maravillas de Jesús, la gracia que humildemente te pedimos, si es tu voluntad y para tu gloria.