SANTA CLARA DE ASIS
1194-1253
NOVENA
Oración inicial para cada día de la novena:
Oh Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, alabamos Tu Santo Nombre y las maravillas de gracia que hiciste en Tu sierva Santa Clara. Por su poderosa intercesión concédenos los favores que pedimos en esta novena, y sobre todo, la gracia de vivir y morir como ella lo hizo en tu Santísimo Amor. Amén.
Rezar la oración del día que corresponda:
DÍA PRIMERO
Oh Seráfica Santa Clara, primera discípula del pobre de Asís, que abandonó todas sus riquezas y honores por una vida de sacrificio y de pobreza extrema, obtén de Dios la gracia que pedimos (mencione aquí tu intención…), y la de someternos siempre a la Divina Voluntad, y la de vivir confiadamente en la providencia de nuestro Padre Celestial. Amén.
Oración final para cada día de la novena: V. Ruega por nosotros, Santa Clara. R. Para que seamos dignos de las promesas de Cristo.
Oremos: Te rogamos, Señor, que nos concedas a tus siervos que celebran la fiesta de santa Clara, tu Virgen, por su intercesión, ser partícipes de las alegrías del cielo y coherederos con tu Hijo unigénito, que siendo Dios, vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.
DÍA SEGUNDO
Oh Seráfica Santa Clara que, a pesar de vivir separada del mundo, no olvidaste a los pobres y a los afligidos, sino que te convertiste en su madre, sacrificando por ellos tus riquezas y obrando por ellos innumerables milagros; bríndanos la gracia que imploramos de Dios (mencione aquí tu intención…), y la caridad cristiana para con nuestros hermanos en todas sus necesidades espirituales y temporales. Amén. (Terminar con la oración final del primer día).
DÍA TERCERO
Oh Seráfica Santa Clara, luz de tu país, que salvaste a Italia de los bárbaros invasores; obtén de Dios la gracia que imploramos (mencione aquí tu intención…), y la de vencer todos los ataques del mundo contra la fe y la moral, preservando así nuestras familias en la verdadera paz cristiana, con el santo temor de Dios y la devoción al Santísimo Sacramento. Amén. (Terminar con la oración final del primer día).
DÍA CUARTO
Bienaventurada Santa Clara, cuyo nombre significa luz, ilumina las tinieblas de nuestras mentes y corazones para que veamos lo que Dios quiere que hagamos y lo hagamos con un corazón dispuesto y alegre. Antes de tu nacimiento, una voz celestial predijo que serías una luz que iluminaría el mundo. Sé una luz para nosotros en las tristezas y angustias de esta vida terrenal, obtén de Dios la gracia que imploramos (mencione aquí tu intención…), y guíanos a la luz eterna de nuestro hogar en el Cielo. Amén. (Terminar con la oración final del primer día).
DÍA QUINTO
Oh Seráfica Santa Clara, cuyo corazón virginal fue lo suficientemente grande para amar al mundo entero, toma nuestras peticiones en tus manos puras y preséntalas a Dios. Pedimos especialmente (mencione aquí tu intención….). Ruega por nosotros para que algún día podamos entrar con alegría ante el trono de Dios. Deja que la luz de vuestra perfecta pureza devore las sombras del pecado y de la corrupción que oscurece el mundo. Intercede por tu inocencia por nuestra juventud. Protege la paz de nuestros hogares y la unidad de nuestra familia. Ruega con tu amor casto por todos los que se hallan en peligro. Amén. (Terminar con la oración final del primer día).
DÍA SEXTO
Generosa Santa Clara, que dejaste la riqueza y el placer y todos los bienes terrenales para convertirte en la primera hija espiritual de San Francisco y servir a Dios en el claustro, ayúdanos a entregar nuestras vidas a Dios sin límites ni medidas para que Él pueda vivir en nosotros y resplandecer desde nosotros a todos aquellos cuyas vidas nos conciernen. Tú que has amado a las almas hasta el punto de hacer de tu vida un continuo sacrificio por ellas, obtén para nosotros las gracias que ahora imploramos (mencione aquí tu intención…) y obtén para nosotros la fuerza de alabar a Dios tanto en el sufrimiento como en la alegría. Amén. (Terminar con la oración final del primer día).
DÍA SÉPTIMO
Hermosa Santa Clara, hija fiel de la Iglesia, amiga y confidente de los Papas, intercede por la santa Iglesia y mira con gracia desde el cielo a nuestro santo Padre Papa. Ilumínanos para quitar de nuestras almas todo lo que obstaculiza el progreso de la Iglesia en la tierra. Concédenos que podamos compartir tu gran amor por la iglesia de Dios y difundir Su reino en la tierra a través de una vida santa. Tú, que hiciste milagros en la presencia del Papa en la tierra, obtén para nosotros las gracias que necesitamos (mencione aquí tu intención…), ahora que estás en la presencia del Altísimo Dios en el Cielo. Amén. (Terminar con la oración final del primer día).
DÍA OCTAVO
Valiente Santa Clara, que sin miedo te alzaste sola contra los bárbaros sarracenos, confiando en el Santísimo Sacramento como única protección, enciende en nosotros un tierno amor a Jesucristo; ayúdanos a vivir la vida eucarística. Tú que salvaste a tu ciudad de Asís del saqueo y la ruina, protege nuestra ciudad y arquidiócesis, ruega por nuestro amado país y por el mundo que sufre. Una voz de la Sagrada Hostia recompensó tu confianza con una promesa: «Siempre cuidaré de ti». Gloriosa Santa Clara, desde tu elevado lugar en el Cielo, cuida de nosotros ahora en nuestras necesidades terrenales (mencione aquí tu intención…) y guíanos con tu luz al Cielo. Amén. (Terminar con la oración final del primer día).
DÍA NOVENO
Misericordiosa Santa Clara, que realizaste tu feminidad con una vida de amor en oración y penitencia, ayúdanos a cumplir nuestro destino para que un día podamos saludarte en el Cielo. Tú que fuiste consolada en tu muerte por la visión de Cristo y su Madre, obtén para nosotros la gracia de que podamos morir bajo la protección especial de Dios y entrar en la vida y en la bienaventuranza que ahora disfrutas. Obtén para nosotros las gracias que ahora imploramos (mencione aquí tu intención…). Ten piedad de nuestros padecimientos y lágrimas, y consíguenos los favores de Dios para que después de esta vida podamos ir a la casa a Aquel que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén. (Terminar con la oración final del primer día).