NOVENA BREVE
Oh maravilloso portento de la Iglesia, virgen seráfica, Santa Catalina, por tu extraordinaria virtud y el bien que lograste para la Iglesia y la sociedad, eres aclamada y bendecida por todo el mundo. Oh, vuelve tu generoso rostro hacia mi, quien, confiado en tu poderoso patrocinio, te llama con todo el ardor y afecto suplicándote que obtengas, a través de tus plegarias, los favores que tan ardientemente deseo (pedir aquí lo que se desea).
Tu, que fuiste una víctima de la caridad, que para beneficiar a tu prójimo obtuviste de Dios los más asombrosos milagros llegando a ser la alegría y la esperanza de todos, tu no puedes dejar de ayudar escuchando las oraciones de aquellos que a tu corazón acuden -el corazón que recibiste del divino redentor en éxtasis celestial.
Si, oh seráfica virgen, demuestra una vez más prueba de tu poder y de tu resplandeciente caridad, para que tu nombre sea por siempre más bendito y exaltado. Concédenos, que habiendo experimentado tu más eficaz intercesión aquí en la tierra, podamos un día darte las gracias en el cielo y disfrutar contigo de la felicidad eterna. Amén