ORACIÓN DE JUAN PABLO II [1]
Oh San Francisco,
que recibiste los estigmas en La Verna,
el mundo tiene nostalgia de ti
como icono de Jesús crucificado.
Tiene necesidad de tu corazón
abierto a Dios y al hombre,
de tus pies descalzos y heridos,
y de tus manos traspasadas e implorantes.
Tiene nostalgia de tu voz débil,
pero fuerte por el poder del Evangelio.
Ayuda, Francisco, a los hombres de hoy
a reconocer el mal del pecado
y a buscar su purificación en la penitencia.
Ayúdalos a liberarse también
de las estructuras de pecado,
que oprimen a la sociedad actual.
Reaviva en la conciencia de los gobernantes
la urgencia de la paz
en las naciones y entre los pueblos.
Infunde en los jóvenes tu lozanía de vida,
capaz de contrastar las insidias
de las múltiples culturas de muerte.
A los ofendidos por cualquier tipo de maldad
concédeles, Francisco,
tu alegría de saber perdonar.
A todos los crucificados por el sufrimiento,
el hambre y la guerra,
ábreles de nuevo las puertas de la esperanza.
Amén.
Esta oración fue pronunciada con gran fervor por Juan Pablo II el 17 de septiembre de 1993 con ocasión de su visita al santuario franciscano de la La Verna (monte Alvernia), lugar donde en 1224 recibió Francisco los estigmas de la Pasión de Cristo. Poco después y en medio de terribles dolores escribió el célebre Cántico de las criaturas. La oración de Juan Pablo II esta tomada del Directorio franciscano, excelente sitio para todo aquel que quiera ampliar sus conocimientos sobre este santo.