SAN FRANCISCO DE ASÍS
1181 – 1226
NOVENA
BENDICIÓN DE SAN FRANCISCO [1]
El Señor te bendiga y te guarde. + El Señor te muestre su rostro y tenga misericordia de ti. + Vuelva el Señor su rostro hacia ti y te conceda la paz. + El Señor bendiga + este su siervo.
ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS
Bienaventurado Padre San Francisco, dirigid compasiva mirada desde el excelso trono de vuestra gloria y rogad por vuestro pueblo; por este pueblo que habéis escogido para que en todo tiempo sirva delante de Vos en el ministerio del Señor. Así sea.
DÍA PRIMERO
Admirable Padre San Francisco, ángel de paz y heraldo del Rey de reyes, que con vuestras virtudes sois una de las mayores glorias de la Iglesia, obtenedme por vuestras llagas y por vuestras grandezas, las virtudes propias de mi estado y la gracia que os pido, si es la voluntad de Dios. Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
DÍA SEGUNDO
Glorioso Padre San Francisco, Arca de santidad y fundador de la Orden Seráfica, por lo cual sois aclamado grandioso Padre de ingentes multitudes en vuestras tres Ordenes de Menores, de religiosas franciscanas y de terciarios, alcanzadme el menosprecio del mundo y el deseo de las cosas celestiales. Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
DÍA TERCERO
Seráfico Padre San Francisco devotísimo de la Reina de los cielos, de la que recibisteis inefables bondades y la proclamasteis Patrona de vuestras obras, obtenedme la filial devoción a la Inmaculada Virgen María en tanto grado como es la voluntad de Dios. Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
DÍA CUARTO
Santísimo Padre San Francisco, imitador del Hijo de Dios y copia exacta de Jesús, que por los copiosos dones de gracia que habéis recibido y por vuestra semejanza al Divino Redentor sois llamado Nuevo Cristo, haced que imite vuestros ejemplos para copiar más exactamente a Jesús, divino modelo de los predestinados. Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
DÍA QUINTO
Pacientísimo Padre San Francisco, serafín abrasado y amante de la cruz, que fuisteis favorecido por Jesús con la impresión de las sagradas llagas en vuestro cuerpo, alcanzadme que lleve incesantemente la cruz y haga frutos dignos de penitencia. Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
DÍA SEXTO
Maravilloso Padre San Francisco, modelo de la perfección, que ocupáis en el cielo el lugar más elevado que perdió el más alto de los ángeles caídos, velad por vuestros hijos y devotos y haced que obtengan siempre las misericordias del Señor con vuestra amable bendición. Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
DÍA SÉPTIMO
Taumaturgo Padre San Francisco, que obráis grandiosas maravillas en favor de los que se acogen a vuestro patrocinio y es vuestra eficacísima protección, lograd que se cumplan en mi las promesas hechas a vuestros hijos, de que ninguno se condenaría vistiendo dignamente el hábito, sino que obtendría la misericordia arrepintiéndose de sus pecados. Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
DÍA OCTAVO
Devotísimo Padre San Francisco, que sois «el santo más amante del Sagrado Corazón de Jesús, la víctima más identificada con El y el alma que se ofrece continuamente a la Justicia divina para obtener en El y por El misericordia para los pecadores y amor y gracia para las almas religiosas», acrecentad en mi el perfecto amor de Dios y del prójimo. Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
DÍA NOVENO
Poderosísimo Padre San Francisco, auxilio de los que os invocan, que por querer de Dios libráis del Purgatorio las almas de vuestros hijos y lográis su entrada en el paraíso, hacedme verdadero hijo vuestro, para que merezca siempre vuestra valiosísima protección. Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
ORACIÓN FINAL
Perfeccionad, Padre Seráfico, la viña que vuestras manos han plantado y escuchad las súplicas de vuestros hijos.
Padre mío San Francisco, rogad y bendecid a vuestros hijos y devotos. Amén.
1. De la estampa de donde está tomada la bendición se puede leer la siguiente exhortación sobre la misma:
«Con este bendición acostumbraba el Santo Padre bendecir a todos, y con ella bendijo a fray León, su compañero, molestado por las tentaciones, librándole de ellas. Se exhorta a todos a llevar consigo esta bendición, porque se sabe por experiencia que es maravillosísima contra los demonios, tentaciones, asechanzas de enemigos, tempestades, incendios, muertes repentinas, y contra otros males y peligros.
El original de esta bendición, escrita de propia mano de N.S.P.S Francisco se conserva en la iglesia de Asís».