SAN DAMIÁN DE MOLOKAI
1840-1889
NOVENA
ORACIÓN PREPARATORIA PARA TODOS LOS DÍAS
¡Oh Sagrados Corazones de Jesús y de María! Yo siento alegría inmensa y confianza sin limites al contemplar los numerosos favores que concedéis a cuantos acuden a Vos con fe y humildad por mediación de vuestro amado siervo el Padre Damián, que superando la repugnancia de los sentidos, por vuestro amor se entregó en cuerpo y alma al cuidado de los pobres leprosos de Molokai.
Impulsado por la confianza que me inspira su valimiento poderoso ante Vos y su caridad abrasadora hacia todos los afligidos, os ofrezco con todo el fervor de que soy capaz esta Novena de alabanzas y súplicas, para obtener la gracia que os pido, si es para mayor gloria vuestra y bien de mi alma, y en caso contrario, un aumento de gracia, para conformarme enteramente con Vuestros adorables designios en este asunto que os encomiendo. Así sea.
Rezar a continuación la oración del día que corresponda:
DÍA PRIMERO
Comenzar con la oración preparatoria para todos los días.
¡Oh Sagrados Corazones de Jesús y de María! Por aquella generosidad con que el Padre Damián respondía al llamamiento divino, viendo siempre y en todo con fe viva la voluntad de Dios, os pido encarecidamente que además de la gracia particular de esta Novena, me concedáis el ser siempre fiel a vuestros deseos con una prontitud y generosidad semejante a la suya, a fin de que la fe recibida en el Bautismo crezca y se desarrolle sin cesar en mi alma. Así sea.
Petición… Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
DÍA SEGUNDO
Comenzar con la oración preparatoria para todos los días.
¡Oh Sagrados Corazones de Jesús y de María! Por aquella esperanza inquebrantable que sostuvo al Padre Damián durante toda su vida, confiando ciegamente en vuestra providencia paternal, os suplico humildemente que además de la gracia particular de esta Novena, me concedáis no desfallecer jamás en las adversidades de la vida, sino antes bien, animado con la esperanza del Cielo, vivir siempre confiado en vuestro amor misericordioso. Así sea.
Petición… Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
DÍA TERCERO
Comenzar con la oración preparatoria para todos los días.
¡Oh Sagrados Corazones de Jesús y de María! Por aquella caridad abrasadora que sintió el Padre Damián desde niño hacia los pobres necesitados, os ruego me concedáis la gracia particular de esta Novena, de que mi corazón se inflame más y más cada día en aquel amor divino en que Vos os abrasáis y en el que tanto anheláis ver inflamados a todos los hombres. Así sea.
Petición… Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
DÍA CUARTO
Comenzar con la oración preparatoria para todos los días.
¡Oh Sagrados Corazones de Jesús y de María! Por aquella humildad profunda que adornó el alma del Padre Damián y que le hizo obedecer ciega y constantemente las menores indicaciones de sus Superiores, considerando como lo más natural el encerrarse solo y para siempre en la Leprosería de Molokai, haced, os suplico, que además de la gracia particular de esta Novena, jamás me deje dominar en mis pensamientos, palabras y obras por la pasión de la soberbia, que tanto os ofende a Vos y tantos males acarrea al mundo y a cuantos siguen sus máximas. Así sea.
Petición… Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
DÍA QUINTO
Comenzar con la oración preparatoria para todos los días.
¡Oh Sagrados Corazones de Jesús y de María! Por aquel celo inextinguible que devoró el alma del Padre Damián en pro del bien espiritual y temporal de sus amados leprosos, llegando hasta el extremo de dar su vida por ellos, os ruego humildemente que además de la gracia particular de esta Novena, hagáis que me ocupe más de mis intereses espirituales y de la salvación de los demás. Así sea.
Petición… Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
DÍA SEXTO
Comenzar con la oración preparatoria para todos los días.
Oh Sagrados Corazones de Jesús y de María! Por aquel amor al trabajo que caracterizó al Padre Damián desde niño en todas sus ocupaciones, por ordinarias y agobiadoras que fuesen, os suplico humildemente que además de la gracia particular de esta Novena, me concedáis un gran espíritu de fe, para ver en el aprovechamiento del tiempo presente el medio más eficaz de procurar la gloria de Dios, la salvación de las almas y mi propia santificación. Así sea.
Petición… Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
DÍA SÉPTIMO
Comenzar con la oración preparatoria para todos los días.
¡Oh Sagrados Corazones de Jesús y de María! Por aquella constancia y fortaleza admirable con que el Padre Damián sobrellevó, primero en los demás y luego en su propio cuerpo, la horrible enfermedad de la lepra, unido esto al dolor de la soledad e impotencia para remediar tanto mal como le rodeaba, os ruego humildemente que además de la gracia particular de esta Novena, hagáis que acepte siempre con la vista puesta en Dios todas las penas y contrariedades de la vida. Así sea.
Petición… Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
DÍA OCTAVO
Comenzar con la oración preparatoria para todos los días.
¡Oh Sagrados Corazones de Jesús y de María! Por aquella devoción tan tierna que el Padre Damián profesó siempre a la Santísima Virgen, os suplico ardientemente que además de la gracia particular de esta Novena, me concedáis el portarme siempre y en todo como hijo amante vuestro, a fin merecer un día la dicha de ser presentado por Ella ante vuestro tribunal, para gozar por siempre en el Cielo de vuestra compañía. Así sea.
Petición… Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
DÍA NOVENO
Comenzar con la oración preparatoria para todos los días.
¡Oh Sagrados Corazones de Jesús y de María! Por aquel acendrado amor que el Padre Damián profesó a la Divina Eucaristía, ya como Manjar de su alma en sus Misas y Comuniones, ya como solaz de su espíritu en sus fervorosas adoraciones ante el Sagrado Tabernáculo, os pido encarecidamente que además de la gracia particular de esta Novena, hagáis que crezca en mí más y más la devoción al Santísimo Sacramento, y cada día prepare mejor mi corazón para recibirlo con el máximo fruto. Así sea.
Petición… Padrenuestro, Avemaría y Gloria.