ORACIÓN AL BUEN LADRÓN II
Santo Buen Ladrón, que eres el único santo penitente que ha sido canonizado por el mismo Jesucristo, tú que en el mismo día de tu muerte recibiste la certeza de tener un sitio en el cielo junto a Jesús, por esa confesión sincera llena de arrepentimiento que desde ese confesionario abierto que es la cruz hiciste en el tribunal del Calvario mientras permanecías junto a Él suspendido en la cruz; tú que antes de que el centurión lo atravesara con su lanza, con tu acto de arrepentimiento y de amor has abierto el Corazón de Jesús a la misericordia y al perdón; tú que para darle una palabra de aliento en su suprema agonía has tenido tu cabeza más cerca de Él que la de su querida madre; tú que supiste orar tan bien, enséñame las palabras con que debo dirigirme a Él para obtener su perdón y la gracia de la perseverancia final; tú que ahora estas tan cerca de Él en el cielo como lo estuviste en sus últimos momentos sobre la tierra, intercede por mí ante Él para que no lo abandone nunca, y así, al terminar los días de mi vida en la tierra, pueda escuchar también yo las palabras que Él mismo te dirigió: «Hoy mismo estarás conmigo en el paraíso.»