Mensaje del 26 de mayo de 1996 en Santuario de Latas (Santander – España)
Solemnidad de Pentecostés
El segundo Pentecostés.
«Con un extraordinario Cenáculo de oración y de fraternidad, celebráis hoy la solemnidad de Pentecostés. Recordáis el prodigioso acontecimiento de la venida del Espíritu Santo, bajo forma de lenguas de fuego, en el Cenáculo de Jerusalén, donde los Apóstoles se habían reunido en oración Conmigo vuestra Madre Celestial. También hoy vosotros, recogidos en oración en el Cenáculo espiritual de mi Corazón Inmaculado, os preparáis para recibir el don prodigioso del segundo Pentecostés. -El segundo Pentecostés vendrá para hacer volver a esta humanidad que se ha vuelto pagana y que vive bajo el potente influjo del Maligno, a la plena comunión de vida con su Señor que la ha creado, redimido y salvado. Lenguas de fuego milagrosas y espirituales purificarán los corazones y las almas de todos, que se verán a si mismos en la Luz de Dios, y serán traspasados por la afilada espada de su Verdad divina. -El segundo Pentecostés vendrá para conducir a toda la Iglesia al vértice de su máximo esplendor. El Espíritu de sabiduría la conducirá a la perfecta fidelidad al Evangelio; el Espíritu de consejo la asistirá y la confortará en todas sus tribulaciones; el Espíritu de fortaleza la llevará a un cotidiano y heroico testimonio de Jesús. Sobre todo el Espíritu Santo comunicará a la Iglesia el don precioso de su unidad plena y de la mayor santidad. Sólo entonces Jesús traerá a ella su Reino de gloria. -E l segundo Pentecostés descenderá en los corazones para transformarlos y volverlos sensibles y abiertos al amor, humildes y misericordiosos, libres de todo egoísmo y de toda maldad. Entonces el Espíritu del Señor transformará los corazones de piedra en corazones de carne. -El segundo Pentecostés abrasará, con el fuego de su divino amor, los pecados que oscurecen la belleza de vuestras almas. De este modo vuestras almas volverán a la plena comunión de vida con Dios, serán jardín privilegiado de su presencia y en este luminoso jardín florecerán todas las virtudes, cultivadas con particular solicitud por Mí, vuestra celestial jardinera. Así el Espíritu Santo difundirá sobre la tierra el don de su divina santidad. -El segundo Pentecostés descenderá sobre todas las naciones que están tan divididas por el egoísmo y los intereses particulares, por antagonismos que con frecuencia enfrentan las unas a las otras. Y así se han difundido por todas partes las guerras y las luchas fratricidas que han hecho derramar tanta sangre en vuestras calles. Entonces las naciones formarán parte de una sola y gran familia, recogida y bendecida por la presencia del Señor entre vosotros. Hoy os invito a entrar en el Cenáculo de mi Corazón Inmaculado, para recogeros en oración Conmigo vuestra Madre Celestial. Así unidos imploramos el don del Espíritu Santo y juntos esperamos la venida del segundo Pentecostés que renovará el mundo y cambiará la faz de la tierra».