Mensaje del 29 de septiembre de 1994 en Omaha-Nebraska (U.S.A.)
Fiesta de los Santos Arcángeles Gabriel, Rafael y Miguel
Los Angeles de vuestro tiempo.
«Hoy celebráis la fiesta de los Santos Arcángeles Gabriel, Rafael y Miguel. Son los Angeles de vuestro tiempo. Son los Angeles del tiempo conclusivo de la purificación y de la gran tribulación. Son los Ángeles de vuestro tiempo. A ellos les está confiada una misión especial durante el período de la prueba y del gran castigo. A ellos toca salvar al pueblo de Dios, recoger de todas partes de la tierra a quien es llamado a formar parte del pequeño resto, que permanecerá fiel, en el seguro refugio de mi Corazón Inmaculado. Son los Angeles de vuestro tiempo. Sobre todo son los ángeles que os revelan las últimas vicisitudes descritas en el Libro sellado. Al Arcángel San Miguel se le ha confiado la misión de conducir a la batalla los ejércitos de los Ángeles y de mis hijos fieles contra las aguerridas huestes de Satanás, del mal, de las fuerzas satánicas y masónicas, ya organizadas a nivel mundial en una sola gran potencia, para ponerse contra Dios y contra su Cristo. San Miguel intervendrá sobre todo para combatir al antiguo enemigo Lucifer que, en la última hora, aparecerá con toda la tenebrosa potencia del Anticristo. Suya es la misión de combatirlo y de vencerlo, de arrojarlo dentro de su reino de tiniebla y de fuego, ofreciendo a vuestra Madre Celestial la cadena con la que lo sujetará y la llave para sellar la puerta del abismo, del cual no podrá salir ya más para perjudicar en el mundo. Al Arcángel San Rafael se le ha confiado la misión de participar, como médico celestial, en la gran batalla, para socorrer y curar a cuantos son golpeados y heridos. Como restituyó a Tobías la vista, así a millones de mis pobres hijos, que se han vuelto ciegos por el pecado, por los errores y por la gran tiniebla de vuestros días, dará la vista, para que puedan volver a creer y a contemplar el divino esplendor de la Verdad. Al Arcángel San Gabriel se la ha confiado la gran misión de anunciar el retomo de Jesús en gloria, para instaurar su reino en el mundo. Como ha venido por Él el anuncio de la primera venida de mi Hijo al mundo, así ahora será Él, el mensajero luminoso de la segunda venida de Jesús en gloria. Esta segunda venida sucederá en el poder y la luz, con Jesús que aparecerá sobre la nubes del cielo, en el esplendor de su divinidad, para someter a Sí todas las cosas. Y así, ante todo el universo creado, aparecerá el divino poder de mi hijo Jesús. Al Arcángel llamado «‘fortaleza de Dios” se le ha dado el encargo de anunciar a todos el próximo retomo de Cristo con la fuerza de su divino poder. Por esto os invito hoy a orar y a invocar la protección de estos tres Arcángeles, llamados a desarrollar una misión tan grande en el tiempo conclusivo de la gran tribulación y a llevaros al corazón de los últimos acontecimientos, que ahora estáis llamados a vivir con confianza y con una gran esperanza.»