Mensaje del 11 de febrero de 1988 en Manaos – Amazonas (Brasil)
Aniversario de la Aparición de Lourdes
El Señor me manda a vosotros.
«Recordáis hoy mi aparición en la pobre Gruta de Massabielle, a mi pequeña hija Bemardita. Desde entonces he multiplicado, en diversos tiempos y lugares, mis extraordinarias apariciones. Este siglo ha estado marcado por una fuerte presencia Mía en medio de vosotros y, para hacerla perceptible a todos he multiplicado por doquier mis milagrosas manifestaciones. ¿Por qué, en estos tiempos, me hago presente entre vosotros de una manera nueva, continua y extraordinaria ? Porque estos son los tiempos del dominio de mi Adversario, el Dragón Rojo, Satanás, la antigua serpiente a la que Yo aplastaré la cabeza. Bajo el peso de sü dominio aumentan para vosotros las pruebas y los sufrimientos, las heridas y las caídas, y así el peligro de perderse se hace más grande para todos. Me manifiesto, entonces, de manera extraordinaria, para invitaros a la confianza, a la esperanza, a refugiaros en Mí con vuestro acto de consagración a mi Corazón Inmaculado. Mi presencia se hace ahora aún más patente, cuanto más se acerca mi victoria con la definitiva derrota de Satanás. Por eso os invito a todos a mirarme con gran confianza y esperanza. El Señor me manda a vosotros para traeros su salvación. Agradecedle este Don y acogedlo con humildad y gratitud. Vengo como anunciadora de Su victoria. Se me envía a preparar el camino del glorioso retomo de Jesús. Caminad en mi luz y convertios en los Apóstoles de vuestra Madre Celeste en estos últimos tiempos. Difundid por todas partes el perfume de mi presencia. Con gozo os bendigo a todos.»