Mensaje del 8 de septiembre de 1981 en Brasilia (Brasil)
Natividad de la Virgen María
Por el poder de los pequeños
«Mirad hoy a vuestra Madre Niña. Aprended a ser pequeños. Si no os convertís y os hacéis como niños, no podéis comprender mi Designio. Su fuerza se encuentra en su debilidad y su obrar avanza, cada día, en el silencio y el retiro. Con la fuerza del Espíritu Santo, que todo lo abrasa y renueva, vendrá a vosotros el Reino de Dios a través de la pequeñez y de la humildad. Si vuestro corazón es sencillo, se podrá abrir al Espíritu Sano, que viene a testimoniar en gloria, el triunfo de mi Hijo Jesús. Si vuestra mente es dócil, entonces podréis comprender y secundar mi invitación. Por el poder de los pequeños será derrotado mi orgulloso Adversario; será renovado todo el mundo. Por esto, hoy os quiero recoger a todos en tomo a la cuna de vuestra Madre Niña y repetid conmigo al Señor: “Porque soy pequeña he complacido al Altísimo”, “Dios ha mirado la pequeñez de su sierva y ha obrado en Mí cosas grandes, Aquél que es Poderoso y Santo es su nombre”.»