Mensaje del 2 de octubre de 1980 en Cebú (Filipinas)
Fiesta de los Angeles Custodios
Un gran designio sobre este Pueblo
«Mira este inmenso archipiélago y ve cómo también aquí mi Obra se ha difundido de modo extraordinario. Contempla mis maravillas en todas las partes del mundo; te he revelado también tiempos y lugares en los que se está realizando el triunfo de mi Corazón Inmaculado. ;Mira el corazón y el alma de todos estos hijos míos! Son tan fieles a Jesús, tan devotos a Mí y tan unidos a la Iglesia. Por medio de ellos, la Luz de mi Corazón se difunde en todas las naciones de este Continente. Tengo un gran designio sobre este Pueblo. Me es grato por su sencillez, su religiosidad, su gran pobreza, su humildad y paciencia. Soy la Madre de todos los pueblos. Miro el corazón de las naciones para recoger las semillas del bien y hacerlas florecer en el jardín de mi Corazón Inmaculado, para que puedan salvarse en mayor número en el momento de la prueba decisiva, cuando algunas de ellas desaparezcan de la faz de la tierra. Miro a estos hijos míos con ternura y alegría, y te conduzco en medio de ellos para formar Cenáculos de oración y para renovar juntos la consagración a mi Corazón Inmaculado. Tu venida es signo de una particular presencia mía junto a ellos. Entrégame todas las guirnaldas de flores perfumadas con que te rodean. Representan la gran corona de amor, que me ofrecen ya los hijos de todas las partes del mundo, para arrancarme la dolorosa corona de espinas. Están con vosotros los Ángeles Custodios, que os conducen en la Luz, para que así todo mi jardín florezca pronto. Entonces la Iglesia y el mundo verán la Obra maestra de amor que, por ahora, custodio celosamente en mi Corazón Inmaculado.»