Mensaje del 5 de enero de 1974
Primer sobado del mes y del año
Mi Corazón será tu refugio.
“Hoy como una madre quiero conducirte de la mano: quiero conducirte siempre a entrar más profundamente en la intimidad de mi Corazón Inmaculado. Mi Corazón debe ser para ti como un refugio, dentro del cual debes vivir y desde el cual debes contemplar todos los acontecimientos de este mundo. Si vivieres cada momento en este refugio, serás siempre caldeado por mi amor y el de mi Hijo Jesús. Cada día que pasa este mundo se hundirá más y más en el hielo del egoísmo, de la sensualidad, del odio, de la violencia, de la infelicidad. Antes de la gran tiniebla, caerá sobre el mundo la noche del ateísmo que lo envolverá todo. Sobre todo, entonces, mi Corazón Inmaculado será tu refugio y tu claridad. No temas ni el hielo ni la obscuridad, porque tú estarás en el corazón de la Madre, y desde allí indicarás el camino a un inmenso número de mis pobres hijos extraviados. Pero mi Corazón Inmaculado es también un refugio que te protege de todos estos acontecimientos que se suceden. Estarás sereno, no te dejarás turbar, no tendrás miedo. Verás cada cosa como de lejos, sin dejarte tocar por ellas en lo más mínimo. Pero, ¿cómo? — me preguntas. Vivirás en el tiempo, pero estarás conmigo como fuera del tiempo. ¡Mi Corazón Inmaculado, oh hijo, es como parte del paraíso en el que quiero encerrar a mis hijos predilectos para que sean preservados de las grandes cosas que los esperan; para que sean consolados por Mí, preparados por Mí, mandados por Mí para el grande y cercano momento de mi triunfo! ¡Quédate, pues, siempre en mi refugio!