Mensaje del 27 de marzo de 1974
Deposítalos en mi Corazón maternal.
“Reúne a estos hijos míos: este es el momento en que deben conocerse, deben encontrarse, deben amarse. Tú estás en Mí y, cuando hablas en estos encuentros, Yo estoy verdaderamente presente en medio de ustedes. Aunque no me vean, Yo estoy no sólo espiritualmente sino verdaderamente presente. Y les daré señales seguras de esta mi presencia. Cada uno la sentirá y su vida se verá como suavemente transformada y su alma será dulcemente tocada por mi caricia de Madre. Por eso, hijo mío, tú no busques otra cosa, no te preocupes por otra cosa que no sea permanecer siempre en mi Corazón Inmaculado. ¡Qué alegría y consuelo proporcionas a la Madre, oh hijo! Tráeme a todos estos mis hijos predilectos: reúnelos en mi escuadrón; deposítalos a todos en mi Corazón maternal.”