Mensaje del 16 de septiembre de 1974 en Arcade
De aquí no se pasa.
“Te quiero llevar al desprendimiento de todo y al más completo abandono. Hoy te repito, hijo, estas palabras mías para que en las presentes dificultades no te dejes desalentar. (…) Son tantos los modos, pero es único el camino para mis Sacerdotes predilectos: el de mi Corazón Inmaculado y Dolorido. Aquí les quiero a todos como niños: para esto deben aprender a callar, a no agitarse, a no organizarse, a no actuar. Niños que oran y que aman, niños que sufren Conmigo, por Mí, en Mí, por la salvación de todos mis hijos. ¡Oh, esta es para mi Iglesia la hora de las más grandes confusiones! El Papa habla e indica con seguridad la fe, pero es dejado solo e ignorado casi por todos. ¡Hoy también hablan los falsos profetas, los que anuncian el Evangelio traicionándolo, y estos son escuchados y seguidos! Y llevan el desconcierto y la confusión entre los hijos más fieles de mi Iglesia. Vuelvan, Sacerdotes a Mí consagrados, a formar una fuerte línea de defensa con el Papa: no lo dejen solo; formen con él la última línea, la extrema trinchera para la defensa de mi Hijo y de mi Iglesia. ¡Yo estoy con ustedes y de aquí no se pasa: y desde aquí Yo inicio mi batalla para mi triunfo más grande!