Mensaje del 9 de julio de 1973
Se perfila tu misión.
«Hoy estoy muy contenta de ti, has estado siempre en mi Corazón.
Considera entonces cómo todo lo del mundo te parece lejano y sin sentido, cómo todo te cansa y te aburre; cualquier cosa que no sea Yo, tu Madre, que te quiere todo, y en cada momento Consigo.
Aprende a dejarte poseer por Mí, para que todo lo que tu hagas sea Yo, a través de ti, quien lo haga. Hay tanta necesidad hoy de que sea la Madre la que obre; y Yo quiero actuar por medio de ti…
Deberás sufrir aún, ¡pero ánimo! Yo estaré siempre contigo: y tú gozaras como ninguno de las dulzuras de mi Corazón de Madre.»