Mensaje del 31 de diciembre de 1973
Última Noche del Año
Se embriagan de vacío.
«Inicia este nuevo año Conmigo, en oración. ¡En este momento cuántos son los que festejan la llegada del nuevo año con diversiones, las más de las veces vacías y ofensivas de la gran dignidad de criaturas amadas y redimidas por mi Hijo! Se embriagan de vacío estos pobres hijos míos, y ¡cuán infelices son! Tú vigila, tú ora también por ellos. Con el año nuevo se avecinan momentos decisivos: grandes acontecimientos os esperan. Por eso, inicia el nuevo año de rodillas orando Conmigo, hijo. Mi Movimiento tendrá en el próximo año un desarrollo inesperado. ¿Bastará esto a tu poca confianza para que tu puedas creer y fiarte de Mí? (…).»