OFRECIMIENTO
Consagremos todo nuestro día de trabajo a la Madre de Dios
Cuanto llevo conmigo
lo que soporto,
lo que hablo y lo que arriesgo,
lo que pienso y lo que amo,
los méritos que obtengo,
lo que voy guiando y conquistando,
lo que me hace sufrir,
y lo que me alegra;
cuanto soy y cuanto tengo,
te lo entrego como regalo de amor,
para la fuente de gracias,
que desde el Santuario brota cristalina,
para penetrar el alma de quienes a Schoenstatt han dado su corazón;
para conducir bondadosamente hasta allí,
a los que, por misericordia, quieras escoger;
y para que fructifiquen las obras
que consagramos ,a la Santísima Trinidad.