Oración II
ORACIÓN II Oh, Santa Liduvina, que sufriste una horrible enfermedad incurable, postrada sobre una cama, con el cuerpo transformado en heridas horribles. Nunca reclamaste, blasfemaste o murmuraste contra Dios, mas todo lo aceptaste con bondad divina, como camino perfecto para la gloria del Cielo. Por eso tu cuerpo fue glorificado milagrosamente en la muerte y […]