Devoción a las cinco llagas
No debe ser un vano adorno, la imagen de Jesús crucificado; no debemos contemplarla con indiferencia. Es la imagen de las imágenes [1], la más santa, la más amable. Cuando estemos en nuestros aposentos, tomemos esa sagrada imagen en nuestras manos, esa imagen, signo de victoria, recuerdo de un amor incomprensible de un Dios enamorado, y […]