SANTO PADRE PÍO DE PIETRELCINA
1887 – 1968
NOVENA
Rezar la oración del día que corresponda:
DÍA PRIMERO
¡Oh! glorioso San Pío de Pietrelcina, tú que desde la infancia amaste el recogimiento y la oración, tanto así que no te era nunca suficiente el tiempo para orar, despierta nuestra alma dormida en la tibieza mundana y
concédenos la belleza y el gusto del coloquio con Dios.
¡Oh! Señor, a imitación de San Pío de Pietrelcina, enciende nuestro corazón de amor por Ti.
Padrenuestro, Avemaría, Gloria y oración final para cada día.
Oración final para cada día.
¡Oh! Padre amable, que hiciste de San Pío de Pietrelcina un sacerdote de acuerdo con Tu corazón, haz que, alimentándonos de Jesús Eucarístico, seamos en el mundo testimonio de Tu amor. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.
DÍA SEGUNDO
¡Oh! hijo humildísimo del Pobre de Asís, que el Señor te hizo rico con tantos dones, y nunca te consideraste superior a los demás, enséñanos a saber vivir también en la humildad, para ser un día exaltados en la Santísima Trinidad.
¡Oh! Señor, a imitación de San Pío de Pietrelcina, enciende nuestro corazón de amor por Ti.
Padrenuestro, Avemaría, Gloria y oración final para cada día.
DÍA TERCERO
¡Oh! Santo de las estigmas y rico en piedad, que siempre te conmoviste por la miseria humana, socorre a nuestros hermanos enfermos haciéndoles gustar el aroma de tu presencia.
¡Oh! Señor, a imitación de San Pío de Pietrelcina, enciende nuestro corazón de amor por Ti.
Padrenuestro, Avemaría, Gloria y oración final para cada día.
DÍA CUARTO
¡Oh! guía y maestro de tantas almas, tú que durante la vida terrena tuviste siempre el cuidado de conducir las almas hacia Dios, indícanos ahora el camino de la santidad, ayudándonos a cumplir la voluntad de Dios.
¡Oh! Señor, a imitación de San Pío de Pietrelcina, enciende nuestro corazón de amor por Ti.
Padrenuestro, Avemaría, Gloria y oración final para cada día.
DÍA QUINTO
¡Oh! primer sacerdote estigmatizado, tu que por tantos años fuiste la imagen viviente del Crucificado, enséñanos el amor a la Cruz, haz que sepamos superar la prueba cotidiana y a reparar, como el Cirineo, tantas ingratitudes que se cometen contra Dios.
¡Oh! Señor, a imitación de San Pío de Pietrelcina, enciende nuestro corazón de amor por Ti.
Padrenuestro, Avemaría, Gloria y oración final para cada día.
DÍA SEXTO
¡Oh! gran apóstol del confesionario y profundo escrutador del corazón, que has arrebatado tantas almas de las manos de satanás, recondúcenos a la fuente del perdón y la gracia.
¡Oh! Señor, a imitación de San Pío de Pietrelcina, enciende nuestro corazón de amor por Ti.
Padrenuestro, Avemaría, Gloria y oración final para cada día.
DÍA SÉPTIMO
¡Oh! amante apasionado de Jesús Eucaristía, que cada día adoraste al Divino Maestro en la Santa Hostia, tu única fortaleza y sostén
durante los días de enfermedad, haz que nosotros también nos alimentemos dignamente y con frecuencia del Pan Divino, para obtener el premio de la vida eterna.
¡Oh! Señor, a imitación de San Pío de Pietrelcina, enciende nuestro corazón de amor por Ti.
Padrenuestro, Avemaría, Gloria y oración final para cada día.
DÍA OCTAVO
¡Oh! tierno hijo de la más tierna de las Madres, tantas veces tu Madrecita te asistió en el camino terrenal y siempre te acompañó al altar para la celebración de la Santa Misa, haz que también nosotros, con el rezo del Rosario, honoremos a la Virgen Santísima para después, como tú, contemplarla en el Paraíso.
¡Oh! Señor, a imitación de San Pío de Pietrelcina, enciende nuestro corazón de amor por Ti.
Padrenuestro, Avemaría, Gloria y oración final para cada día.
DÍA NOVENO
¡Oh! gran Santo de todos los continentes, que tienes mundialmente una gran cantidad de hijos y de devotos, habla ahora al corazón de Dios, preséntale todas nuestras necesidades y has que nuestras peticiones sean escuchadas y acogidas.
¡Oh! Señor, a imitación de San Pío de Pietrelcina, enciende nuestro corazón de amor por Ti.
Padrenuestro, Avemaría, Gloria y oración final para cada día.
Nota: San Pío de Pietrelcina, O.F.M. Cap. (Pietrelcina, Campania; 25 de mayo de 1887-San Giovanni Rotondo, Apulia; 23 de septiembre de 1968) fue un gran testigo de fe en medio del dolor, dedicando su vida a la oración, al confesionario y a hacer el bien. Nacido como Francesco Forgione le fue dado el nombre de Pío cuando ingresó en la Orden de los Hermanos Menores Capuchinos. Adquirió fama por sus dones milagrosos y por los estigmas que presentaba en las manos, pies y costado («el fraile Capuchino de las Llagas»). En 1999, fue declarado beato por el Papa San Juan Pablo II, y en junio del 2002, el mismo lo canonizó con el nombre de San Pío de Pietrelcina. Su fiesta se celebra el 23 de septiembre. Es considerado uno de los santos más relevantes del siglo XX.