SANTA FILOMENA
Virgen y mártir
NOVENA
Oración inicial para todos los días:
Oh Virgen fiel y mártir gloriosa, santa Filomena, que haces tantos milagros en favor de los pobres y afligidos, ten piedad de mí. Tú conoces la multitud y diversidad de mis necesidades. Mírame a tus pies, lleno de miseria, pero lleno de esperanza. Imploro tu caridad, ¡oh, gran santa! Escúchame con misericordia y obtén de Dios una respuesta favorable a la petición que ahora humildemente te presento… (menciona tu petición).
Estoy firmemente convencido de que por vuestros méritos, menosprecio, sufrimientos y muerte que tuviste que soportar, unidos a los méritos de la Pasión y muerte de Jesús, vuestro Esposo, obtendré lo que os pido, y en la alegría de mi corazón bendeciré a Dios, que es admirable en sus santos. Amén.
Rezar la oración del día que corresponda:
DÍA PRIMERO
Ilustrísima Virgen y mártir, santa Filomena, he aquí que me postro ante el trono, sobre el cual la Santísima Trinidad te ha complacido colocarte. Lleno de confianza en tu protección, te suplico que intercedas por mí ante Dios, desde las alturas del cielo, para que eches una mirada a tu humilde servidor. Esposa de Cristo, sostenme en el sufrimiento, fortaléceme en la tentación, protégeme de los peligros que me rodean, y obtén para mí las gracias necesarias. Sobre todo, ayúdame en la hora de mi muerte.
Santa Filomena, poderosa con Dios, ruega por nosotros. Amén.
DÍA SEGUNDO
Oh gran Santa Filomena, gloriosa Virgen y Mártir, hacedora de milagros de nuestro tiempo, alcánzame la pureza del cuerpo y del alma, la pureza del corazón y del deseo, la pureza del pensamiento y del afecto. Por tu paciencia bajo los sufrimientos multiplicados, obtén para mí una aceptación sumisa de todas las aflicciones que Dios quiera enviarme, y así como milagrosamente escapaste ilesa de las aguas del Tíber, en las que fuiste arrojada por orden de tu perseguidor, así también yo puedo pasar a través de las aguas de la tribulación sin detrimento a mi alma. Amén.
Santa Filomena, ruega por nosotros.
DÍA TERCERO
Oh Virgen pura y mártir santa, mira con compasión desde el cielo a tu servidor devoto, consuélame en la aflicción, ayúdame en el peligro, sobre todo acude en mi ayuda en la hora de la muerte. Cuida los intereses de la Iglesia de Dios, ruega por su exaltación y prosperidad, por la propagación de la fe, por el Papa, por el clero, por la perseverancia de los justos, por la conversión de los pecadores y por el alivio de las almas en el purgatorio, especialmente las que me son queridas.
Oh gran santa, cuyo triunfo celebramos en la tierra, intercede por mí, para que un día pueda contemplar la corona de gloria que te ha sido otorgada en el cielo, y alabar eternamente a aquel que tan generosamente recompensa por toda la eternidad los sufrimientos sufridos por su amor durante esta corta vida. Amén.
Santa Filomena, ruega por nosotros.
DÍA CUARTO
Oh Santa Filomena, Virgen y Mártir, a quien Dios glorifica con tantos milagros, a quien el Vicario de Jesucristo ha nombrado la Protectora del Rosario viviente y de los hijos de María, manifiesta, cada vez más claramente desde las alturas del Cielo, que no se puede negar una voz tan santa como la tuya y que tenemos el derecho de contar con tu ayuda. Obtén para nosotros la gracia de ser fieles a Jesucristo, incluso hasta la muerte. Te hiciste conocida por tus milagros. Intercede por mí ante el trono de Dios. Amén.
Santa Filomena, ruega por nosotros.
DÍA QUINTO
Oh Virgen y mártir, santa Filomena, que hiciste voto de virginidad y lo mantuviste hasta la muerte, ofreciendo tu vida a Jesús. Tu pureza era tu perfección. Te ruego que me ayudes en mi lucha por ser casto y puro. Esto es algo difícil de hacer ahora, con la influencia de los medios de comunicación que nos dicen que el sexo, incluso fuera del matrimonio, es bueno y recomendable. Que su ejemplo me inspire a mí y a los jóvenes especialmente a considerar sus cuerpos como templos del Espíritu Santo. Que aprenda a vestirme con modestia y sencillez para que pueda llevar a las personas a vivir esta virtud. Amén.
Santa Filomena, ruega por nosotros.
DÍA SEXTO
Oh Virgen y mártir, santa Filomena, tú fuiste paciente en tu resistencia a todos los sufrimientos y sacrificios. Lo hiciste porque viste que todas las glorias de este mundo son pura vanidad. No estabas apegada a nada ni a nadie. Siempre fijaste tus ojos en la eternidad. Ayúdanos a vivir esta virtud del desapego para que estemos dispuestos a hacer todo lo que Jesús nos pide. Ayúdanos a poner distancia a la felicidad y a los éxitos de esta vida para que también podamos aprender a esperar la felicidad del cielo. Te pedimos, querida santa, que nos ayudes a desarrollar un corazón apegado sólo a Dios. Amén
Santa Filomena, ruega por nosotros.
DÍA SÉPTIMO
Santa Filomena, tú recibiste la ayuda de Jesús y una gracia especial de perseverancia cuando fuiste torturada y condenada a muerte. Esa gracia especial fue el regalo de la valentía. Su atrevida declaración de morir por su fe es una prueba de que Dios no abandonará a sus hijos. A veces, dudo del lugar de Dios en mi propia vida; en tiempos de dificultades, me quejo fácilmente de su ausencia. Hazme entender que Dios cuida de mí, anticipa mis necesidades y me protege del peligro. Ayúdame a confiar en Dios y a ponerme enteramente en sus manos. Amén
Santa Filomena, ruega por nosotros.
DÍA OCTAVO
Filomena, tú viviste en la época más terrible de la Iglesia, cuando los cristianos eran cazados como animales. Pero como los primeros cristianos, encontraste consuelo en estar con vuestros hermanos y hermanas con los que partisteis el pan, compartiendo la Eucaristía en las catacumbas. Recibisteis el Cuerpo y la Sangre de Jesús con devoción, sabiendo que sólo Él podría ayudaros a superar las persecuciones. Te imploro, mi querida santa, que me ayudes a amar la Eucaristía, a recibir a Jesús diariamente a través de la Santa Comunión. Bendice también a mis hermanos y hermanas, especialmente a los enfermos, que no pueden recibir a Jesús diariamente. Que la presencia de Jesús les permita aceptar los sufrimientos por los que están pasando. Amén
Santa Filomena, ruega por nosotros.
DÍA NOVENO
Oh, querida Santa Filomena, tú conociste a cristianos que, debido a terribles torturas, no pudieron mantenerse fuertes y renunciaron temporalmente a su fe, o que, ante el dolor físico, entregaron libros sagrados a los soldados romanos. A a estos cristianos los acogiste y comprendiste sus debilidades. No los condenaste ni te mantuviste alejada de ellos. Continuaste rezando por ellos y con ellos. Te ruego, mi querida santa, que también me ayudes a desarrollar el espíritu de comprensión que me impida condenar a la gente. Inspírame siempre a trabajar por la unidad y la paz en nuestras comunidades, especialmente en nuestras parroquias. Amén.
Santa Filomena, ruega por nosotros.