SAN EZEQUIEL MORENO
1848-1906
NOVENA
ORACIÓN PREPARATORIA
(para todos los días)
Padre, perdona todas mis culpas; dame fuerza de voluntad para enmendarme y perseverar en tu amistad. Por la intercesión de san Ezequiel, haz que te sirva mejor en el cumplimiento fiel de mis obligaciones; concédeme también la gracia especial de… Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Invocación final. San Ezequiel, ruega por nosotros.
Rezar a continuación la oración del día que corresponda:
DÍA PRIMERO
«Dios nos llama a la perfección a todas horas y desde niños»
San Ezequiel nació y creció en un hogar sencillo, pero cristiano. Allí desarrolló un carácter cuajado de virtudes cristianas que lo llevó a la perfección.
Señor, siembra en tu iglesia hogares como el suyo; ayúdanos a formar cristianamente a nuestros jóvenes. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
DÍA SEGUNDO
«Hagámonos con nuestras virtudes instrumentos aptos de Dios»
San Ezequiel respondió con generosidad a la vocación recibida. Supo ser, siempre y en todo lugar, instrumento obediente en las manos de Dios.
Señor, concédenos cumplir fielmente, a imitación suya, los deberes del estado a que Tú nos has llamado. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
DÍA TERCERO
«Dios me dio un don inapreciable al llamarme a la vida religiosa»
Aun siendo obispo, san Ezequiel vivió siempre como fraile. Fue pobre, casto y obediente, entregado sin reservas al servicio de la Iglesia.
Señor, que nuestros religiosos sean siempre abundantes y estén, como san Ezequiel, dedicados a tu Reino. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
DÍA CUARTO
«Hay que estar desprendido de todo para llevar vida de misionero»
San Ezequiel tenía de los misioneros una idea elevadísima; a gusto se habría cambiado por ellos.
Señor, asiste a nuestros misioneros. Multiplícalos. Que sean como san Ezequiel. Te lo pedimos por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
DÍA QUINTO
«Sólo en la voluntad divina se puede encontrar el verdadero gozo»
La perfección consiste en cumplir siempre la voluntad de Dios. Fray Ezequiel llegó a ser santo porque en todo momento intentó seguirla.
Señor, haznos aceptar tus planes sin condiciones. Que, igual que san Ezequiel, seamos así felices. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
DÍA SEXTO
«Buscad gente que pida mucho al Señor y le fuerce con sus oraciones»
Todos los días, san Ezequiel pasaba varias horas ante el sagrario; de allí brotaba su ardiente caridad, su celo incansable, su fortaleza y austeridad.
Señor, enséñanos a rezar como él lo hacía. Danos una oración perseverante que fecunde la vida de la Iglesia. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
DÍA SÉPTIMO
«Amar a María es amar la cosa más bella que todo lo que no es Dios»
San Ezequiel profesó a la Virgen un entrañable amor, como lo demuestran sus escritos y los recuerdos que nos dejó.
Señor, como hiciste con san Ezequiel, aumenta nuestra devoción a la Madre de tu Hijo y Madre nuestra. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
DÍA OCTAVO
«La renta del prelado era el pan, el vestido, y el contento de los pobres»
San Ezequiel consagró toda su vida a servir a los demás. Su caridad con los pobres, enfermos y necesitados, no tuvo límites.
Señor, que su ejemplo nos estimule a prodigarnos en favor de los necesitados. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
DÍA NOVENO
«Si no hubiera sufrimientos, pocos se acordarían de que hay Dios»
Unido a Cristo, san Ezequiel sufrió con dulzura admirable el cáncer de nariz que lo llevó a la tumba.
Que aprendamos a imitar su ejemplo, Señor. Que el sufrimiento nos purifique y nos acerque a Ti. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.