Mensaje del 11 de febrero de 1974
Fiesta de Ntra. Sra. de Lourdes
Vivan la confianza del instante presente.
“Cómo estoy presente, oh hijo, en cada momento de tu jomada! Tú, ya no estás solo: tienes siempre contigo a la Mamá que te conduce de la mano, que te estrecha sobre su Corazón Inmaculado. Cada cosa que te sucede está dispuesta por Mí para tu bien: aprende a confiarte siempre cada vez más a Mí. También los momentos de obscuridad, de sufrimiento, de incomprensión están predispuestos para que tú puedas crecer y hacerte fuerte en el camino de la perfecta consagración. Aprende a verme también en la obscuridad; aprende a sentirme aún en el abandono, oh hijo; aprende a hacer cada cosa Conmigo, en Mí. Entrégate totalmente a Mí, en cada momento, completamente. Tu pasado no existe: ahora Yo te veo sólo en mi Corazón, eres mío. Dame bien, con generosidad, el momento presente: sólo éste cuenta para Mí, porque de él puedo usar para mis designios. ¡Oh, si supieran todos los Sacerdotes de mi Movimiento cuánta necesidad tengo de ellos! Que me ofrezcan cada momento de su existencia con perfecto abandono, para que pueda disponer de él según mis deseos! Habiéndose consagrado a Mí, me pertenecen: son míos. Si son míos no pueden ya pertenecerse a sí mismos, no pueden ya poseer nada que no sea Yo misma. Y entonces, ¿por qué todavía piensan en el pasado? ¿por qué hacen proyectos para el futuro? (…).”