Mensaje del 1 de diciembre de 1973
Primer Sábado de mes
El espíritu de rebelión contra Dios.
«Inicia este nuevo año litúrgico con mucha oración. En mi Corazón encontrarás el refugio seguro en los muchos trastornos de la vida de hoy. Trastornos, angustias y tribulaciones irán en aumento, de día en día, porque la humanidad, redimida por mi Hijo, se aleja más de Dios, y cada vez quebranta más su Ley. El Demonio de la lujuria lo ha contaminado todo ¡Pobres hijos míos, cuán enfermos y golpeados estáis! El espíritu de rebeldía contra Dios ha seducido a la humanidad; el ateísmo ha entrado en muchas almas y ha apagado toda luz de fe y de amor. Éste es el Dragón rojo, del que se habla en la Biblia. ¡Leedla, hijos, porque éstos son los tiempos de su actuación! Cuántos hijos míos son ya victimas de este error de Satanás. También entre mis sacerdotes cuántos son los que no creen ya; sin embargo, permanecen aún en mi Iglesia, como verdaderos lobos con piel de cordero, y pierden un ilimitado número de almas. Ya nada puede detener la mano de la Justicia de Dios, que pronto se desencadenará contra Satanás y sus secuaces, por el amor, la oración y el sufrimiento de los elegidos. Se preparan momentos de grandes e indecibles tribulaciones: si los hombres lo supieran, quizás se arrepentirían. Pero, ¿quién ha escuchado mis mensajes? ¿quién ha captado el sentido de mis lágrimas, de mis maternales invitaciones? Casi ninguno, pocas y desconocidas almas por cuyos merecimientos el castigo ha sido alejado por el momento. Mas no pasará este año sin que una gran señal se cumpla. Orad, orad, orad vosotras, almas por Mí elegidas, tan matemalmente preparadas por Mí. Sobre todo, vosotros, mis Sacerdotes: abandonad las cosas vanas y superfluas. Éstos son momentos de emergencia: es preciso que viváis sólo Conmigo, en Mí, por Mí. ¡Estad en vela, estad preparados: pronto tendré necesidad de vosotros porque los tiempos de mi triunfo han llegado!»