ORACIÓN DEL PEREGRINO [1]
Paz del alma dolorida, Cristo de El Pardo yacente, déjame posar la frente de tu Costado en la herida. De la cuesta de la vida vengo cansado, Señor, y abrumado del dolor de mis pasados errores. Dulce Amor de los amores, dame a gustar de tu amor.
Hoy llego a Ti, peregrino en busca de tu perdón. Con mi andariego bordón te hallé, al fin, en mi camino. Al volver tras mi destino, sólo te pido, Jesús, que, al irme yo con mi cruz, dejes contigo encerrado mi corazón perdonado, antes que expire la luz.